“La soledad es muy hermosa… cuando se tiene a alguien a quién decírselo.”
- Gustavo Adolfo Bécquer
Lo que más amo (o me gusta, tampoco hay que exagerar) de ser escritor es que estoy solo. Completamente solo. Yo y mis pensamientos encerrados en un cuarto. Creando y moldeando historias a mi antojo. Jugando a ser dios, a veces bondadoso, la mayoría del tiempo cruel, tal como se comportan los dioses verdaderos (si es que existen, aunque lo dudo).
La paga es poca, el escarnio público mucho. No importa. La soledad de un escritor no tiene precio. No lo puedo suscribir, pero sospecho que Carlos Slim y Emilio Azcárraga cambiarían sus fortunas mal habidas por escapar del batallón de ejecutivos que les susurran las 24 horas del día a los oídos. Sus pensamientos no son propios, sino un avispero de voces, todas ellas pagadas, condicionadas, externas, fuera de sus mentes, de sus multimillonarias cabezas.
Cada día que escribo es un éxito personal. Un triunfo minúsculo. Pequeñito. Insignificante. Mío. Propio. Es verdad que los escritores somos egocéntricos, pero más que eso, somos egoístas. Recelosos de nuestro tiempo. De nuestro espacio. De la soledad. Por eso escapamos de la gente. Del ruido que son sus conversaciones inútiles, chillonas, estridentes, intrascendentes, molestas.
Un escritor no busca la grandeza (o fantasía) de cambiar el mundo. Se conforma con crear mundos paralelos. Dimensiones artificiales que son espejos del mundo real. Tan exactos, tan iguales, que se confunden. Y la gente que habita en el mundo real se maravilla o se irrita al verlos: se maravilla si no descubre su reflejo en la realidad falsa; se irrita si al mirar la realidad falsa descubre su reflejo.
Sumando y restando la escritura te dejará en bancarrota. Sumido en deudas. Y solo. Completamente solo. Pero como se sabe, un escritor valora y aprecia más que nada la soledad. Entonces, se podría decir que el escritor es un masoquista, un ser torturado, asiduo a la derrota. Un perdedor feliz.
Mamá me pregunta, ahora que he regresado a casa, derrotado, humillado, un hombre de 31 años, que por qué no le hablo a mis amigos del colegio con los que crecí. Que por qué no salgo con ellos. Porque no me interesa, respondo. Mamá se entristece, siempre se ha entristecido por no tener un hijo popular y ganador como ella. Mis aspiraciones son ridículas: me conformo con leer libros, ellos nunca me defraudan, siempre tienen algo interesante y horrible que decir. No me obligan a salir de casa, menos a ir a restaurantes, a reuniones, a conocer a sus hijos, presumirme lo maravillosa que son sus vidas.
Deberías salir con tus amigos, insiste mamá, infatigable, insaciable, no se conforma con tener una hija famosa, futura estrella de portadas de revistas de cotilleo. No, respondo. Hago oídos sordos, me concentro en no perder el hilo de los diálogos que aparecen en la pantalla. Mi amigo escritor gordo argentino, famoso por sus blogs, no miente al decir que hoy día la literatura está en la televisión (en la televisión gringa e inglesa, naturalmente).
¿Te gustaría colaborar en el nuevo guión de un amigo que trabaja en la televisión?, me pregunta Bicho, mi hermanita famosa, ex reina de belleza. Mi oportunidad soñada, pienso. Sí, accedo con timidez. Leo el guión. Un espanto. Un horror. Un esperpento. No se ha inventado aún un calificativo que pueda expresar, encapsular en una sola palabra el estiércol que tienen en la cabeza los guionistas de programas de televisión en México. No me sorprende que le den luz verde al nuevo show, que logre los índices más altos de rating.
Jamás seré un guionista como Larry David, Jerry Seinfeld, Ricky Gervais, pienso con amargura. Los mexicanos nacimos huérfanos del gen del humor para la televisión. Que no los engañen, los mexicanos no somos graciosos. Creemos serlo, pero no lo somos. El primer paso para ser graciosos, graciosos de verdad, es reírse de uno mismo. Aceptarnos como las criaturas desagradables que somos. Y con ello que no se entienda salir en pantalla disfrazado de vieja chancluda, policía corrupto, lavandera vulgar, etcétera, y hacer lo que siempre se ha hecho desde que existe la televisión en México: lobotomía nacional.
Mi prima hermana que vive en Estados Unidos, desde el otro lado de la frontera me ha insultado vía Facebook. Me ha llamado cabrón por burlarme de su papá, él, que siempre ha ayudado a mamá cada que lo ha necesitado. Tomo nota mental, agrego a lista a otro familiar que me odia. Es una constante, por ende estoy acostumbrado, es un efecto dominó desde el día que se inventaron los blogs y aficionados a las letras como yo pueden hacer del dominio público sus dislates y delirios de grandeza.
Yo amo a mi prima hermana, o eso creo. Me recuerda a las fotografías de mi abuela cuando era joven. No importa que nunca la vea. O casi nunca. Nos vemos en promedio cada cuatro años: como los Mundiales. Quizá por eso creemos que nos queremos, nos amamos. Cuando ella viene a visitarnos todo es fiesta, alegría: como en los Mundiales.
¿Por qué la gente (en especial mi familia) cuando se molesta por algo que público, lo primero que hacen es meter a mamá? Un misterio, aunque tengo algunas teorías. Desde el día que empecé a escribir descubrí que la mejor forma de hacerlo era desnudo, sin uniforme, sin disfraz de intelectual, a pelo, en primera persona, o sea, firmar con mi nombre y apellido.
No me da vergüenza (aunque debería darme) decir quién soy, compartir mis debilidades, deslices, incontables fracasos, deslealtades, defectos físicos, ventilar mis traumas, exponer mi alma cochambrosa, mutilada, rota. Y no es que vaya de puerta en puerta y me meta en la habitación de gente que no conozco y les diga: “hey, dejen de hacer lo que están haciendo y mírenme, soy un monstruo”.
Tengo Facebook, Twitter, dos blogs y me publican en algunas revistas, periódicos y páginas de Internet en México y en el extranjero, no obstante, no se ilusione el aprendiz de escritor, soy un hombre pobre. En todos los espacios que poseo (o me poseen), por voluntad propia, la gente torcida, herida, enferma, los bichos raros se sumergen en mis textos, algunos regresan por más, la mayoría no. Juro que jamás le he puesto una pistola en la cabeza a alguien para que me lea. En cambio, yo sí que he tenido una pistola entre ceja y ceja por escribir lo que escribo.
¿Por qué publiqué en mi blog un twit del papá de mi prima, mi tío, el hermano de mamá? Respuesta: porque es gracioso. Demencial. Material de Curb Your Enthusiasm, Seinfeld, Extras. Pero en especial, porque me siento orgulloso de pertenecer a una familia tan loca. Tan poco convencional. A mi tío lo quiero mucho, no digo que lo amo porque sería mentir, lo veo en promedio cada cuatro años, pero no por eso me voy a reservar sus comentarios para mí solo, eso sería egoísmo, un crimen contra la humanidad, o mejor dicho, para los dos o tres lectores que me siguen.
¿Acaso es algo gracioso, chistoso, hilarante que mi tío asegure tener la cura del Sida? ¿Soy un cabrón por sugerir que el descubrimiento científico del siglo pierde credibilidad al ser confesado no a la Secretaría de Salud de los Estados Unidos sino a la actual Miss Universo vía Twitter? Me asumo como un cabrón, pero no por todo lo que pueda publicar en mis blogs y futuras novelas. Tampoco creo que sea un crimen recordar que mi tío quiso secuestrar a mi hámster Hashish para inyectarle hormonas de crecimiento y convertirlo en un koala, o, la vez que aseguró haber creado en su laboratorio a un pegaso. Por Dios, esas historias marcaron mi niñez. Hicieron mi vida soportable. Evitaron que me arrojara desde la azotea de casa. Pintaron de color mi existencia gris. Me quitaron la venda de los ojos: los adultos podían ser niños. Por eso, cuando recuerdo y comparto estas historias con los dos o tres lectores que tengo (si tuviera más, Alfaguara o alguna editorial de primera división ya me hubiera reclutado y sacado de la pobreza) siento que amo a mi tío. Que tenemos un vínculo verdadero: que su sangre corre por mis venas.
Repito: ¿Por qué será que mis lectores (curiosamente casi siempre es algún familiar) cuando se indignan por mis publicaciones, lo primero que hacen es arremeter contra mamá? Quizás sea por que decirle pobre diablo a un pobre diablo que sabe y se asume como un pobre diablo no es hiriente. Entonces hay que recurrir al origen: a la mamá que parió al pobre diablo. Mi prima, acuchillado su honor (justificadamente), me recuerda que su papá ha ayudado a mamá cada que se ha visto metida en algún problema. ¿Acaso es una virtud que un hermano le tienda la mano a su hermana menor cuando se ve sumergida en alguna dificultad? Desde luego que sí. Del mismo modo como una hermana menor se ha desvivido en ayudar a su hermano mayor cada que éste se mete en problemas. Y no voy a caer en el más gusto de hacer un recuento puntual de quién ha tenido más problemas en la vida.
Conclusión: mi prima (por poner un ejemplo) nunca escatimó en halagos: siempre alabó mis escritos, dijo que era yo un genio incomprendido de las letras. Sin embargo, ahora me odia, o me guardará rencor por lo escrito, o puede que me sigue amando como siempre (su corazón es igual de grande que el de mi abuela y el de mamá); en adelante estará alerta, en guardia, esperando una nueva indiscreción de mi parte. Y así los poquitos lectores que me quieren o creen quererme irán cambiando de parecer cuando el día de mañana descubran sus rostros reflejados en mis letras.
Moriré solo. O tal vez no. Quizá algún familiar se apiade de mí y envenene el café con leche que tomo por las mañanas mientras escribo.
Actualización:
29 comentarios:
Dicen que es mejor solo que mal acompañado, creo que es verdad.
Al menos no te da pena expresarte...lo dice alguien que sigue, por así decirlo, en el closet.
Saludos
Rodrigo dejame decirte que tienes mas de tres lectores
Nunca dejes de escribir, te admiro porque siempre has tenido los huevos para decir y escribir lo que piensas. Bravo Maestro
Adicto a pildorita
El pirlo
Al fin, superaste (al menos momentáneamente)la Baylymanía y escribiste de una manera franca y maravillosa, me gusta más cuando te pones así que cuando saturas tus escritos de un alardeo incesante de "soy un pobre diablo".
Es por ahí, al menos en mi opinión
con lo pesado que eres, no me extraña que te vayas a quedar solo
Karol: gracias por el consejo.
Mario: eres muy generoso, gracias.
Anónimo: sospecho eres Karate Pig, el enemigo número uno de Bayly. Gracias, intentaré seguir no dando lástima.
Santiago: ni yo tampoco.
Daniel: Grande rodro!!! La vida es muy corta como para no reirnos de todo, en especial de nosotros mismos. Saludos!!
Fiera Rodriguez: osea que a mi me descartas marica?
Rodrigo Solís: para nada, como un gran faraón, te van a enterrar conmigo.
Isamar:Te Quiero mucho flaquito... Aunque no lo creas... Eres un gran escritor y admiro mucho tus obras....
Josefina: Felicidades a los dos primos por el happy end. Y tú Rodrigo, hace tiempo que no nos regalabas un escrito de los que me gustan, los que hacen ver tu parte humana y tu prosa genial.
Rodrigo Solís: Dany: gracias, por cierto robé una foto de tu face que verás al rato en una historia de mi blog. Isamar: gracias prima, yo igual te quiero mucho, me alegra que no me odies, eso demuestra que heredaste el corazón de Icha y de mamá. Josefina: gracias, eres muy linda.
Yo estoy más jodido que tú: escribo y quiero cambiar el mundo. Jajajaja.
Un cordial saludo desde Venezuela,
Yo no escribo pero tengo un blog. Y lo firmo con mi nombre, y esta mi cara en él. Y también tengo a mi mamá. Así que en general trato de ser respetuosa y no meterme con nadie. Creo que uno debe poner sus límites. No creo que te quieras quedar sin parientes, ¿me entiendes? Esta bien opinar y todo eso, pero, para que buscarse problemas.
Hola Rodrigo, te envío algunos comentarios:
1.- Primero, gracias por enviar tu escrito, ya que en realidad disfruto de tu estilo; aun qué algunas veces espeso por reiterativo hacia la burla e ironía, pero que mas bien me parecen (muy a título personal) son mas el disfraz del desprecio que sientes por los demás.
2.- No se por qué razón, ni quiero que la contestes ya que seguramente saldrás con algo que haga claro honor a tu estilo literario, pero si lo quieres hacer también me parece “O.K.”, parecería que te gusta “tirarte al suelo” para que te levanten, ya que tristeza aparente mezclada con auto ensalzamiento y declaración unilateral de egocentrismo, no se por qué, pero como que no combinan.
3.- por último, creo que hay una falta de ortografía en el párrafo que dice “¿Por qué la gente (en especial mi familia) cuando se molesta por algo que público, lo primero que hacen es meter a mamá? Un misterio, aunque tengo algunas teorías. Desde el día que empecé a escribir descubrí que la mejor forma de hacerlo era desnudo, o sea, sin uniforme, o sea, sin disfraz de intelectual, o sea, a pelo, o sea, en primera persona, o sea, firmar con mi nombre y apellido.
Saludos y un abrazo!
Hola!!!
Me intrigas, que publicaste de tu Tio?!?!?!
Que paso con Selva??, los ultimos correos que he recibido solo hablas de ella.
Saludos.
Ora resulta que soy gente torcida, enferma, bicho raro...
Una decepción más para su mecapal, querido: Alfaguara a lo mejor lo recluta, pero pura chingada que lo saca de pobre. Se lo digo yo.
Tu tío suena, en efecto, parido no por tu abuela sino por la pluma de Larry David.
Abrazo.
Sugiero que en próximos escritos procures no involucrar a la gente que tanto te quiere como son tus tíos, primos, hermanos etc. desde luego un escritor se ocupa sobre todo de lo que conoce, de las personas con las que alterna o no ,en fin de lo que forma su entorno familiar, amigal e intelectual, ocúpate de tanta gente que pulula en éste mundo y que tal vez no sufran al verse reflejados (como escribes) en tus escritos, tampoco se trata de ofenderse al verse reflejado, las personas debemos saber quienes somos y comportarnos de acuerdo a eso mismo, no fijarnos en la percepción de otra persona, escritor o no, familiar o no, amigo o no.
Nada importa más que le percepción personal de lo que somos y valemos, eso es lo que importa.
Como me llamó mucho la atención la coincidencia discursiva, le reenvié tu texto a mi mujer. Mira lo que contestó:
"¡¿le dictaste todo este rollito de "estar solo, morir solo, escribir solo, etc.?!
Son del mismo gremio, sin duda".
Já.
Por cierto, a cambio del epígrafe de Bécquer, este de mi querido Juan Hernández Luna: "Las soledades de poco sirven cuando van acompañadas". Órale.
Abrazo.
Román: te felicito, admiro a la gente que quiere cambiar el mundo.
Marita: es que estoy enfermo, me seducen los problemas. Juro que no es voluntario.
Cámara: gracias por tus comentarios, los valoro mucho. Debo confesar que me gusta tirarme al suelo, no para que me levanten, sino para que me terminen de machacar como a una cucaracha. Aquí está la prueba:
http://pildoritadelafelicidad.blogspot.com/2011/04/el-precio-de-ser-escritor.html
Y en cuanto a la falta de ortografía (agradezco que me corrijan), revisé y según la RAE no incurrí en falta:
http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=público
Un abrazo fuerte.
Claudia: en este blog están todas las respuestas:
http://pildoritadelafelicidad.blogspot.com/
Jorge: Mala noticia será para mi Fiera escuchar que uno no se vuelve rico en Alfaguara. Ahora sí me deja seguro.
Un abrazo, mi querido Jorge.
Adonay: tomo nota.
Moch: Jajajaja, pues al parecer sí, son del mismo gremio. Una joya el epígrafe de Juan, buenísimo. Te mando un abrazo fuerte. Y ojalá no te pase nunca esto:
http://pildoritadelafelicidad.blogspot.com/2011/04/el-precio-de-ser-escritor.html
No soy KaratePig pero por poco creo que lo soy cuando leí sus observaciones a tu novela.
Me gusta tu estilo literario, pero eres tan tonto que tengo que mantenerme en el anonimato para que no hagas mal uso de mi afición.
Publicado en:
http://elcordillerano.com.ar/index.php?option=com_content&view=article&id=12541%3Apildorita-de-la-felicidad&catid=64%3Acolumna-abierta&Itemid=1
Publicado en:
http://www.elregional.net.ve/opinion/articulo/15039/pildorita-de-la-felicidad-por-rodrigo-solis
Publicado en:
http://www.poresto.net/ver_nota.php?zona=yucatan&idSeccion=33&idTitulo=83446
Publicado en:
http://analitica.com/va/sociedad/articulos/5039900.asp
Publicado en:
http://www.lajornadanet.com/diario/opinion/2011/abril/12-2.php
He leído tu blog varias veces, en silencio, supongo que porque no tengo nada que aportar, solo leo, sonrío, me voy en silencio... tal vez adiviné que tú eres de esas personas a las que le gusta que lo dejen en paz, o no sé, siempre me quedo sin palabras. Este también es el caso.
Rodrigo
Pues ya somos 2 los que denunciamos tu proceso de Baylyficación, porque ese anónimo no soy yo. (yo soy muy macho y nunca usaría la palabra "maravillosa")
Por otra parte, no es que sea su enemigo, es sólo que, al igual que otros muchos postmodernos, me parece que bayly es mucha forma y poco contenido.
que lima es una ciudad fea? si, bueno, y?
que le encanta ir a disneylandia con sus hijas sin importarle lo que otros ardillas piensan? si, bueno, y?
que denuncia a Chavez como un dictador? Wow! que novedad! apuesto a que nadie más se le había ocurrido tal idea.
que Ribery es un monstruo muy feote? Uy! que miedo!
Y bué, sigo pensando que tienes tus momentos, no muchos, no muy buenos, pero los tienes, y siempre y cuando seas honesto y no escribas preocupado por la fama, o por tus fans, o lo que Bayly diría (se nota... y a leguas).
Man, es grande!!!
Lo digo sinceramente, supongo que lo sabes, en gran medida me inspiraste mucho tiempo a escribir lo que pensaba y en la medida de lo posible seguir tus historias...
Soy tu fan, tienes un estilo diferente y eso te hace especial, sigue asi!!!
Creo que me pase de lambiscon...
PD: Creo que se empieza a notar la ausencia de P como corrector ortografico, de repente me encuentro algun horror por alla...
Como siempre de lo más ameno, me da envidia que encuentres tan buenos temas y tan a mano, gracias por confiarmelos
Mi buen Rodrigo...
ya llevo años recibiendo tus escritos, lo cual debo agradecerte... siempre me han gustado en verdad...
y quería añadir a tu lista de esos ''pocos que te leen''... una más.. yo una zacatecana
que siempre asienta con la cabeza cada vez que te lee porque opina lo mismo que tu...
Y nada más para recordar que cada vez somos más.. Ya en serio haz una novela.. jejeje
cuiroso yo también te sigo en twitter y en el facebook y es para mí como tener cerca a mi escritor favorito!!
Gracias!!
Saludos
Felicidades Rodrigo, grande aquel que puede expresar lo que siente, nada fácil. Slds
Hola Rodrigo, gracias por seguirme enviando tus escritos, me gusta este, no me gusta que te sientas solo, en donde esta “selva”? ya se que en tus momentos de escritor, te gusta estar solo, y esta correctísimo, pero no dejes el amor a un lado…
Me gusta leerte, lo que piensas, lo que dices, y la forma como lo dices, muchos cuidan lo que escriben, tú no, eso me gusta, a mucho no, es su problema,,,
Me gustaria ser escritora, para poder describir mis sentimientos.
Anónimo: ya te descubriré.
Ros: gracias por hablar. Un abrazo.
Karate Pig: jamás he pensado en ser famoso. Y ojalá tuviera fans.
Yorch: cuando veas un horror, dímelo, solo así puedo mejorar. En LADO B el señor P sí está codo a codo conmigo.
Luigi: gracias por tus palabras. Saludos.
Cinthya: mil gracias por tus palabras. Palabras como las tuyas son el mejor pago que puede recibir un escritor. Te mando un abrazo muy fuerte y me alegra que la tecnología nos haga estar cerca aunque nos separe medio país. Saludos.
Mario: muchas gracias, un abrazo.
Pili: Selva esta conmigo, mentándome la madre, este escrito tuvo consecuencias fatídicas:
http://pildoritadelafelicidad.blogspot.com/2011/04/el-precio-de-ser-escritor.html
Publicado en:
http://www.diariolaopinion.com.ar/Sitio/VerNoticia.aspx?s=0&i=14326
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