martes, 17 de marzo de 2009

El nombre de un caballero



1


Una de las dos razones concretas por las que quiero ser escritor, y más que querer, creo que estoy predestinado para ello (aunque no creo en el destino), maldita sea, es mi nombre. La siguiente historia probablemente es la única historia literaria que existe en mi vida.

More...Muchos años antes de que yo naciera, cuando mamá aún era una adolescente en estado puro y virginal, ella ya sabía el nombre que llevaría su primogénito.

-Por el amor de Dios, hijita, mañana tienes clases, deja ya ese libro –le decía mi abuela a mamá antes de apagarle la luz de su habitación todas las noches.

Mi abuela, que era pequeñita como un pitufo (pero no por ello incapaz de intimidar al más serio y malencarado de los banqueros, digamos un nombre al azar: mi abuelo), la primera vez que descubrió a mamá leyendo subrepticiamente en la madrugada, crispó sus católicas manos y sus católicos ojos (acto infrecuente, pero que ocurría al menos una vez al año), y con las buenas maneras de una dama que iba a misa todas las mañanas, atravesó el umbral de la habitación, y, mirando severa y reprobatoriamente a su hija, le pidió por favor que le entregara el libro que leía de manera tan ferviente.

-Toma –dijo mamá bajando la mirada con cierto bochorno, escociéndole las mejillas.

Sin decir palabra alguna, mi abuela tomó entre sus manos el libro, giró sobre sus talones y apagó la luz del cuarto de mamá. Antes de desaparecer entre la penumbra, dijo:

-Buenas noches, hijita. Que sueñes con los angelitos.

A mi abuela le tomó siete días con sus siete respectivas noches leer de cabo a rabo el libro confiscado que le robaba el sueño a su hija.

-Ten –dijo mi abuela-. Por favor, procura leerlo durante el día. Las noches fueron creadas por Dios para descansar.

-Gracias –dijo mamá abrazando el libro y llevándoselo por instinto sobre los pechos-. Prometo dormir mis ocho horas.

Naturalmente, una doncella que se dé a respetar y que sueña ser rescatada por un caballero tiene que leer durante las madrugadas, con los grillos copulando bajo un mar de estrellas, la historia épica de Rodrigo Díaz de Vivar, alias, El Mío Cid.


2


De los tres hijos que tuvieron mamá y papá, yo fui el único aceptado por unanimidad.

Mi hermano mayor fue el primero. Una decepción absoluta para mamá. Según ella, mi hermano era un niño horrendo.

-Es horrendo –dijo mamá.

Mi abuela la mandó a callar con una mirada reprobatoria y luego le dijo que toda criatura de Dios es hermosa. Al escuchar esto, con su primogénito en brazos, mamá se echó a llorar.

-No se preocupe, señora, el comportamiento de su hija es perfectamente normal –dijo el doctor a mi abuela aunque sus ojos decían todo lo contrario, al tiempo (o mejor dicho, justo a tiempo) que rescataba al bebé de los brazos de la madre que estuvo apunto de dejarlo caer al suelo por tantos gimoteos y sollozos-. Se llama depresión post-parto.

Mi abuela ignoró el comentario del doctor y le pidió que le entregara a su nieto. El doctor obedeció y salió de prisa de la habitación.

-Eres hermoso, muy hermoso –dijo mi abuela dándole un beso en la frente al bebé.

-Criatura, es una criatura –balbuceó mamá con los ojos anegados en lágrimas; al parecer no debió hojear durante tantos meses catálogos de ropitas y cunas donde aparecían bebés escandinavos de blondas cabelleras y ojos azules como zafiros.

Medio día después del parto, entrada la noche, papá apareció en el hospital.

-¿Cómo está el bebé? –preguntó.

-Horrible –sollozó mamá.

-Un ángel –intervino mi abuela.

A la mañana siguiente, cuando a papá le permitieron ver y sostener entre sus brazos a su primogénito, no le pareció nada feo, al menos no tan feo como se lo imaginó horas atrás cuando mamá no sé cansó de repetirle una y otra vez entre quejidos y lloriqueos que había parido a una criatura horrorosa.

-Eres un niño fuerte y hermoso –dijo papá mirando a su hijo a los ojos.

Aquello, en honor a la verdad, fue una verdad a medias, pues sólo el primero de los dos calificativos se cumplió a cabalidad con el transcurso de los años.

-Dile a tu mami que eres fuerte y hermoso –dijo papá elevando sobre su cabeza al bebé-. Díselo a mami, fuerte y hermoso, ¿verdad que sí, Rodriguito?

Sin atreverse a mirar la enternecedora escena entre padre e hijo, tendida en la cama, mamá cerró los ojos y antes de caer dormida le dijo a papá:

-Ese niño no se llama Rodrigo.


3


Mi hermana menor fue la última en nacer. Otro desgracia. Aunque esta vez, mamá no fue quien dio la nota.

Estaban apunto de cumplirse ocho años desde que mamá había dado a luz por segunda y (supuestamente) última vez, cuando constates mareos y dolores de estómago le hicieron sospechar y temer lo peor.

A finales de los años ochentas papá era un hombre de éxito de mediana edad. Estaba inscrito en el club más exclusivo de la ciudad y jugaba tenis por lo menos dos veces por semana junto a otros jóvenes de éxito de mediana edad. Por primera vez podía decir que era un hombre realizado. Tenía dos saludables y hermosos (al menos uno) hijos varones. El mayor a un semestre de ingresar a la secundaria y el menor a mitad de camino de la primaria. Un par de hombrecillos bien encaminados.

Era la fiesta de fin de año en el club Britania. Por cuarta vez en menos de una hora, mamá se había excusado de la mesa para ir al baño.

-Me cayeron fatal los bocadillos –le susurró a sus amigas.

Minutos más tarde mamá vomitó bilis.

En el baño contiguo, alguien sufría de verdad los estragos de unos bocadillos contaminados.

-¡Jesús santísimo! –exclamó la vecina de baño sintiendo como si su abdomen fuese un envase de catsup oprimido por un comensal hambriento en un puesto de hamburguesas-. ¡Oh, por Dios! –volvió a exclamar la vecina cuando la feroz diarrea abandonaba su cuerpo a propulsión a chorro.

Mamá, en el baño contiguo, tuvo una nueva arcada pero esta vez no vomitó. Sólo emitió un gemido tipo Godzilla.

-Creo que los bocadillos están pasados –dijo la vecina de baño.

Mamá no respondió. Abrazó el bacín y se echó a llorar como una niña.

-¿Monina, eres tú? –preguntó la vecina reconociendo a mamá.

Mamá (Monina para sus amigas y para el resto de los mortales) siguió llorando y de no ser porque la vecina irrumpió en el baño a consolarla, probablemente se hubiera ahogado en sus propias lágrimas.

Dos valiums y media caja de kleenex después mamá confesó estar embarazada. La vecina de baño al regresar a su mesa le comentó a su vecina de asiento que Monina estaba embarazada. A su vez la vecina de asiento le comentó a su marido que Monina estaba embarazada. Y así hasta que apenas pasada la media noche, uno de los tantos hombres exitosos de mediana edad, pedísimo, abrazó a papá (pedísimo también) y lo felicitó por anotar por tercera vez.

Esa noche mamá tuvo que regresar a casa en el auto de nuestros vecinos. Tía Betty iba en la parte trasera del auto abrazando a mamá y diciéndole cosas lindas y reconfortantes como que todo saldría bien y que de seguro tendría a una hermosa nena justo como siempre lo había soñado.

-Muévete, pinche borracho –grito tío Loro tras la ventanilla de su Cadillac mientras conducía dando volantazos en peligrosos zigzag en completo estado de ebriedad.

Papá no llegó a casa en una semana.


4


A diferencia del primer parto de mamá, en el segundo, papá estuvo en la sala de espera del hospital. Era Domingo. Mediodía. Un día soleado. Hermoso. Sin embargo, todos esperaban lo peor cuando la enfermera le entregó a mamá a su segundo hijo.

Mamá se echó a llorar. Pese a pronóstico, fueron lágrimas de alegría.

Se que es imposible tener grabado en la mente el primer recuerdo que se tiene al nacer, pero hay noches en las que recuerdo unos ojos almendrados, llenos de luz, y una melodiosa voz que me pregunta:

-¿Cómo está mi valiente caballero?


28 comentarios:

Rodrigo Solís dijo...

Durante algunas semanas estaré subiendo algunos fragmentos del borrador de la novela Valentina. Ojalá y les guste.

Laura Trujillo dijo...

Rodrigo:
¡Que bonito final!
Andas de tierno. Un beso

Rodrigo Solís dijo...

Laurita: ya ves, suprimí todas las partes feas, para que sea una novela súper tierna.

Anónimo dijo...

¿Cómo está mi valiente caballero?

Rodrigo Solís dijo...

Laurita: acobardado como siempre.

Anónimo dijo...

Hoy te la volaste. cual madriza en beisbol de cualquier equipo caribeño!

Termina tu novela!!!!!!!!!!!!!!,

La venderí a como Hare Krishna en aeropuerto, si rapado y medio putin y aun asi me haria rico (coño Rodrigo la sangre libanesa corre por mis venas, aunque aclaro no por eso defiendo a Saiden Jr)


Un abrazo

Rodrigo Solís dijo...

Mitsuo: eso intento, amigo. Espero terminarla en un par de meses.

Anónimo dijo...

mi vida.... !! si que debes haber sido un tierno y lindo niño...pero de verdad creo que nada fuerte....aunque esto, es compensado por tu inteligencia....
saludos Rodri!

Rodrigo Solís dijo...

Pili: quien sabe, mi inteligencia no es algo de lo que me enorgullezca.

Anónimo dijo...

Que tiernis !!!
:D
besito

Rodrigo Solís dijo...

Mariana: ni tanto, sospecho que mi mamá va a querer colgarme. Un beso.

Anónimo dijo...

HOLA AMIGUITO ME GUSTARIA SABER DONDE SACAS TANTA IMAGINACION Y PARA QUE Y QUIEN ESCRIBES
DIGO YA QUE TE TOMAS LA MOLESTIA DE ENVIARME TUS ESCRITOS
NO TE LOS VOY A PIRATEAR
SOLO SIMPLE CURISIDAD.

Rodrigo Solís dijo...

Marnelly: para los que quieran leer. Los escritos son un borrador de una novela que espero terminar en un par de meses.

Anónimo dijo...

hahahhahahahah, payaso esta bonita tu historia

Rodrigo Solís dijo...

Nohemy: me alegra que te haya gustado. Un beso.

Anónimo dijo...

Sigo admirando tu especial don de la narrativa. Gracias por el envìo. excelente

Rodrigo Solís dijo...

Luigi: gracias, amigo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

NOOOOOOOO.... ESTA INCREIBLE TU HISTORIA!!
PERO SI TE MANCHASTE CON LO DE TU HERMANO EL FEO jajaja....
BESOS MI VALIENTE CABALLERO.... RODRIGO OBVIO!!

Rodrigo Solís dijo...

Isis: hola querida amiga, recuerda que es un fragmento de una novela, mi hermano no es nada feo, o eso es lo que él dice. Un beso grande.

Anónimo dijo...

esta vez si me hizo llorar tu escrito no sé si por que en julio voy a ser padre por segunda vez (y cuando me entere me desaparecí por un par de días) o porque acabo de terminar de ver la película de august rush (si no la has visto te la recomiendo), pero bueno se me salió una lagrima... saludos

Rodrigo Solís dijo...

Jenaro: no he visto August rush, pero vi que sale la guapa de Keri Russell, así que la veré a la brevedad posible. Gracias por escribir. Un fuerte abrazo. P.D. Si tienes un tercer hijo no desaparezcas.

Bárbara dijo...

Me encantó la irreverencia del inicio y la manera tierna en que cerró todo...seguimos leyendo...

Beso!

Rodrigo Solís dijo...

Bárbara: me alegra que te haya gustado, amiga. Abrazos.

JOTAEME dijo...

Muy bueno rodrigo... veo que la novela va madurando.
Espero leer más...

Duda:¿Por que le pusieron "Jebus" al primero?

Rodrigo Solís dijo...

JM: porque nació con el don de caminar sobre los charcos que se formaban en la calle cuando llovía.

Fiera Rodriguez dijo...

jajaja lo ame

Media 3d2 (DF) dijo...

Publicado en:

http://media.3d2.com.mx/files/1237578124765611735.pdf

Infomelilla (España) dijo...

Publicado en:

http://www.infomelilla.com/noticias/index.php?accion=3&id=12807