“Ser puta es como bailar: cuestión de agarrar el ritmo.”
- Xavier Velasco (Diablo Guardián)
Asumido y aceptado el rol de observador en lugar de el de actor (que requiere cierto talento histriónico del cual francamente carezco), uno puede reconocer gratamente en las obras de teatro que son las fiestas de los sábados por la noche a ciertas personas a las que interesa ganar popularidad lo mismo que a Woody Allen obtener un Oscar más para la repisa de casa de sus padres. Una de esas personas es la chica peligrosa que cada vez que me ve en una fiesta me dice “¿Y ese milagro?”, saludo que acompaña de una infalible “V” que forma con los dedos en señal de amor y paz. Ignoro el impulso que le lleva a cometer semejante acto pacifista y de cortesía sublime, sólo sé que me agrada que lo haga y para mi beneplácito repite la operación tantas veces como me le atravieso en la fiesta. Esa mujer me gusta mucho, no en el sentido carnal sino por la actitud con que encara la situación de vivir en un estanque lleno de pirañas. Como habitantes de una ciudad pequeña tenemos amigos en común, y de ellos he escuchado relatos como que de adolescente las monjas tenían que pegarle hojas de papel en la falda porque se la recortaba para que se le vieran las piernas. No podía imaginármela de otra forma. Ella es una chica mala en el buen sentido de la palabra, de esas capaces de darte, cuando se lo propone, inspiración para escribir una novela de 500 páginas como lo hizo Violeta con Xavier Velasco en su Diablo Guardián.
More...Esta mujer tiene un cuerpo nada despreciable, pero lo que realmente la vuelve irresistible para el que sepa ver a una mujer de verdad, es la mirada que carga; una mirada que advierte que antes de llegar a ella tendrás que sortear un campo minado, tanto de ida como de vuelta, así que vete despidiendo de tu persona tal y como la conoces. En otro tiempo, cuando era ingenuo y me gustaba jugar al héroe, no hubiera dudado ni un segundo en convertirme en Tom Hanks en la película Rescatando al soldado Ryan, y arriesgar algún miembro por ella. Pero esos tiempos ya pasaron para mí, por eso sólo la observo mientras a lo lejos hace la “V” con los dedos para después intercambiar miradas cómplices: ella de estrella protagónica y yo de espectador que puede costear un palco de lujo.
Por mujeres como esta chica he empezado a adquirir el placer culpable de asistir a las fiestas que idiotamente ciertos imbéciles llaman VIP; mujeres cada vez más escasas, a las cuales hay que separar entre paréntesis de mujeres que no podían quedar rezagadas ante los hombres que se sienten y se creen una verga. Aunque una verdad ineludible es que estas damas (por el momento) no pueden ser catalogadas como unas vergas, pues tan bello apelativo sólo es aplicable a los Adanes, machos, hombres o seres pertenecientes al género masculino. Démosle tiempo al tiempo para que las féminas se conviertan en vergas y los hombres en vergos, pero mientras esto ocurre, déjenme decirles que la cosa no está del todo perdida para ustedes, señoritas: el Manual para Conquistar a un Hombre Calificado como Verga es muy sencillo, de tal suerte que si lo cumplen al pie de la letra igual y se convierten en unas vergas antes de tiempo.
Evas, hembras, mujeres y todas quienes pertenezcan al género femenino, abran bien los ojos y lean con detenimiento las habilidades que a continuación enumero, las cuales deberán manejar con maestría.
Habilidad 1: No tener vergüenza en el vestir, lo que traducido al castellano significa que aún seas una morsa, debes ir a las fiestas ataviada con menos ropa que Paris Hilton.
Habilidad 2: Sobrellevar cualquier tipo de plática absurda hasta el infinito, o sea, cerrar el pico y dejar que los chicos verga hablen todo el tiempo, excepto cuando pidan tu opinión; ahí es cuando debes exclamar “¡hello!”, u “¡o sea, wey!”.
Habilidad 3: Estar convencida de que nunca estás haciendo el ridículo, aún cuando te pases de copas tanto o más que un pirata y tu léxico pase del inglish a las palabrotas altisonantes que harían sangrar los tímpanos de Barba Roja, y cierres tu velada vomitando los intestinos en la piscina.
Habilidad 4: Estar dispuesta a acostarte con un aspirante a chico verga con tal de que te presente a un chico verga de verdad.
Habilidad 5: Creer con fe ciega que después de acostarte con todos los aspirantes a chicos verga no te tacharán de puta los verdaderos chicos verga.
Habilidad 6: Fingir que no te importa que tu ex amante verga se acueste con todas tus amigas.
Habilidad 7: Manejar un léxico bilingüe donde estén al tres por uno las palabras en inglés sobre las castellanas.
Habilidad 8: Pintar en el rostro una sonrisa Colgate indeleble cuando un chico verga de sonrisa Colgate indeleble en el rostro te mire todo el tiempo las tetas y el culo sin el menor pudor.
Habilidad 9: Comportarte como si tuvieras media neurona en el cerebro.
Habilidad 10: Siempre aparentar más de lo que eres en realidad, es decir, si tienes un familiar naco (traducción: cualquier persona a la que no le guste actuar como tú) deslíndate ipso facto de su árbol genealógico.
Nota: Si has sido capaz de llevar a cabo estos facilísimos diez pasos, felicidades, ya eres una de las tantas afortunadas en pertenecer al harén de un hombre calificado como verga. Bien por ti chica, tú vales mucho y mereces respeto.
7 comentarios:
Este escrito surgió a petición de varios e-mails enardecidos por parte de chicas que exigían el libre de derecho a ser unas vergas.
Ese libro de Xavier Velasco es una completa chingonada. Y el personaje de Violeta una maravilla.
Saludos y pildoritas felices.
osea wey!!!
obvio las mujeres tmb podemos ser unas vergas!!!
M: Así es, un gran libro y un excelente escritor el bueno de Xavier.
P.D. Muy buena tu página de Internet.
Anónimo: tú lo has dicho.
Que loco, hace años que no voy a una fiesta, nunca me gustaron mucho, siempre prefería las reuniones con un grupo conocido y reducido de personas, en las que lo único que estás buscando es pasarla bien y no a un chico verga ni tampoco parecer una.
Pero si los recuerdo, como no!, cuando era una escuincla babosa en la prepa me topé con muchos de esos y esas, menos mal que son un lejano recuerdo.
Bárbara: pues eres afortunada de haber colgado los guantes en materia de fiestas. Aunque admito que de vez en cuando vale la pena el sacrificio, digo, hay que codearse con los rapaces que dominarán el día de mañana el mundo.
hahaha me encantooo, saludos desde Nuevo laredo!!
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